Mal vamos

03/01/21


Foto Real Racing Club

Derrota sonrojante que hace estar al equipo verdiblanco más cerca del descenso que del ascenso

Muchos racinguistas se preguntarán: ¿Entrenador nuevo, victoria segura? Pués la contestación es evidente, no. Aritz Solabarrieta no pudo estrenarse en el banquillo con un triunfo. Sin embargo, lo más preocupante no es eso, sino la imagen lamentable que dio su equipo en la primera parte y la impotencia en la segunda. Un conjunto sin rumbo en muchas fases del partido, en el que muchos jugadores no dieron la talla.

Seguramente hoy, a la dirección deportiva encabezada por José María Amorrortu y Pedro Menéndez, les costará coger el sueño y tendrán que contar muchas ovejitas para descansar, y así poder reflexionar de manera muy seria, y hacer una autocrítica inmediata por el bien del club.

PRIMERA PARTE

La primera marca de la casa del nuevo técnico del Racing fue disponer en el comienzo del primer acto de un claro 4-3-3. Un sistema que hizo aguas por todos los lados del campo. Los futbolistas en este inicio no lo tenían muy claro, ya que desde el primer momento los locales supieron disputar fácilmente el diseño creado por Solabarrieta.

El festival de los despropósitos comenzaba bien temprano, en el minuto 4', un inseguro y lento Óscar Gil, no era lo suficiente contundente en el área, y Roberto Navarro aprovechaba dicha situación para marcar el primer gol para los blanquiazules. Tras el gol, el Racing tocaba y tocaba en el centro del campo sin tener idea alguna de que hacer con el balón. Desplegaba un fútbol horizontal y previsible que no lleva a ninguna parte.

El discurso de esta semana de Solabarrieta se derretía como un azucarillo en un café. El protagonismo solo lo tenían los futbolistas del Sanse que eran muy superiores a los verdiblancos. La presión alta que nos habían vendido durante toda la semana no apareció, y lo más preocupante, el alma del equipo había desaparecido por completo, por todo ello, en un saque de esquina del conjunto donostiarra materializaba Alambarri, libre de marca, el segundo tanto de los locales.

Eran momentos ridículos, en donde los santanderinos eran unas marionetas a total disposición de la Real Sociedad B. Tan solo dos minutos iban a pasar para que llegara el tercer gol local, de nuevo Roberto Navarro pillaba por dentro las espaldas de los zagueros verdiblancos, y batía a Iván Crespo. Decir que, el mejor del equipo en esos momentos sin duda fue el cancerbero cántabro, ya que si no es por él posiblemente la derrota hubiera sido humillante.

SEGUNDA PARTE

Estaba claro que el míster verdiblanco tenía que mover y sacudir el saco en esta segunda mitad. Hizo hasta cuatro cambios a la vez y cambió el sistema pasando a un 3-5-2. Sistema de juego en el que miembros de la Dirección Deportiva del Racing criticaban al técnico asturiano Javier Rozada por emplearlo. Bien es cierto, que un pequeño oasis apareció en el partido con la entrada de Álvaro Cejudo, incompresible suplente tras el último partido realizado ante el Arenas de Getxo. En una jugada suya, Cedric de un zurdazo colocaba el 3-1.

Pero la alegría en casa del pobre dura muy poco, y sobre todo, si todo está improvisado y sin un plan determinado, pues pasa lo que pasa y el fútbol normalmente no tiene piedad ni indulto ninguno. En la siguiente jugada al gol del Racing, los donostiarras lograban el cuarto tanto en una combinación por la derecha, y de nuevo la zaga visitante hacía aguas por todos los lados, y desde atrás Roberto Navarro materializaba el cuarto gol para el conjunto de Xavi Alonso.

A partir del último tanto, el partido se volvió para los intereses racinguistas en un sin sentido, hubo ocasiones pero más por fallos locales que por aciertos propios. No hubo en ningún instante de este segundo periodo estabilidad, un plan conjunto entre cuerpo técnico y jugadores, fue todo una improvisación pura y dura en donde los futbolistas verdiblancos jugaban sin ningún orden.

El poco peligro creado por parte cántabra precisamente se hizo de una manera totalmente diferente a la que nos habían vendido de tener el esférico y de ser protagonistas. Solo hubo juego directo, que tan poco gusta a los dirigentes deportivos racinguistas, otra contradicción más. ¿Será que no tenemos para jugar a otra cosa?

En definitiva, un partido para olvidar, un encuentro que  tiene que servir de punto de partida para no hacer peor las cosas. La clasificación es la realidad, y la de este equipo es a día de hoy estar empatados a puntos en los puestos de descenso.

FICHA TÉCNICA:

Real Sociedad B: Unai Zeberio; Alex Petxarroman, Jon Ander Olasagasti, Aritz Arambarri, Xeber Alkain, Roberto Navarro, Julen  Lobete, Unai Veiga, Imanol Ezkurdia, Aitor Aranzabe, Urko González. (Ander Martín m. 57'), (Garrido m. 65'), (Jorge Aguirre m. 65'), (Jorge Martínez m. 77')

Racing: Iván Crespo; Diego Ceballos, Jordi Figueras, Óscar Gil, Joan Maynau; Iñigo, Ismael Benktib, Pablo Torre; Cedric, Álvaro Bustos, Adrián Balboa. (Alberto Villapalos m. 45'), (Álvaro Mantilla m. 45'), (Jon Ander m. 45'), (Marco Camus m. 65')

Árbitro: Armando Ramo del colegio aragonés. Mostró tarjetas amarillas a los locales Jon Ander Olasagasti. Y a los visitantes Ismael Benktib, Álvaro Cejudo y Marco Camus.

Goles: 1-0 Navarro; 2-0 Aritz Alambarri; 3-0 Navarro; 3-1 Cedric; 4-1 Navarro

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada aplazada de la Segunda División B en las instalaciones de Zubieta en Donosti. Sin asistencia de público.

Crónica: David Bossu