Cantabria está a la cabeza en la protección de niños, niñas y adolescentes del Sistema de Protección a la Infancia

La consejera de Empleo y Políticas Sociales, Eugenia Gómez de Diego, ha señalado que nuestra Comunidad Autónoma está a la cabeza en la protección de la infancia y la adolescencia y que el modelo por el que apuesta Cantabria “es el mejor para los niños y niñas” prevaleciendo el acogimiento familiar y con un sistema de acogimiento residencial muy especializado, en una red de recursos residenciales de pequeño tamaño, que son muy parecidos a un hogar.

Así lo ha señalado durante la visita que hoy ha realizado el vicepresidente y consejero de Universidades, Igualdad, Cultura y Deporte, Pablo Zuloaga y ella misma al centro de menores El Acebal, acompañados por el director territorial de la Fundación Diagrama en Cantabria, Victor González y por la directora del centro Laura Valencia.

La consejera de Políticas Sociales ha indicado que “para nosotros es referente” y ha señalado la buena colaboración con la Fundación Diagrama encargada de su gestión. Ha recordado que en Cantabria existen 321 menores en algún tipo de acogimiento, 134 están en acogimiento familiar, 27 de ellos con familias del programa de acogimiento del Gobierno de Cantabria y 107 están acogidos por familia extensa (familiares con los que mantienen algún tipo de vínculo afectivo anterior); el resto, 184 menores están en acogimiento residencial.

“En la actualidad en Cantabria no hay ningún menor de 10 años en acogimiento residencial, todos están en acogimiento familiar, lo cual supone un hito a nivel nacional. Es una muestra también de una Cantabria de familias generosas. Debemos tener en cuenta que los menores que están en el sistema de protección son nuestros hijos, tenemos el deber de protegerlos y procurar igualdad de oportunidades” ha resaltado Gómez de Diego.

La consejera se ha referido, además, a la reciente publicación, en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC), de la Orden que regula los requisitos materiales, funcionales y de acreditación de la calidad de los centros de servicios sociales de atención a la infancia y a la adolescencia y de los centros de cumplimiento de medidas judiciales.

Gómez de Diego ha reafirmado la apuesta del Gobierno de Cantabria por unos servicios sociales “de calidad, modernos, centrados en las personas y que atiendan bien las necesidades de todas y cada una de ellas”.

Según ha explicado, con esta Orden “Cantabria se adelanta y sigue avanzando en políticas de protección a los menores en situación de máxima vulnerabilidad: mejoramos más condiciones del sistema de acogimiento residencial para los niños, niñas y adolescentes”.

Seguimos impulsando el acogimiento parecido a un hogar, ha añadido, con núcleos reducidos de convivencia, hogares de máximo de 8 plazas para que la atención pueda ser personalizada y, entre otros aspectos, mejora la normativa nacional para que los menores de 6 años vivan en familia”.

“Con los excelentes profesionales que existen”, ha explicado, en estas situaciones “durísimas para estos críos”, intentamos hacer lo posible para que tengan la atención que necesitan.

La Orden publicada recoge las condiciones que deben tener los centros, tanto requisitos estructurales como personales ya que “la atención de la infancia y la adolescencia en Cantabria es prioritaria y fundamental”.

La consejera ha incidido en el compromiso del Gobierno de Cantabria con la lucha para la protección de los menores que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad y la garantía de calidad de la atención y de los profesionales, para situar a Cantabria “como referencia en este ámbito”.

Requisitos materiales, funcionales y de acreditación de los centros

Esta nueva orden está en línea con la filosofía general del sistema de acogimiento residencial, que siempre se lleva a cabo en centros de reducido tamaño, de máximo de ocho plazas, y en los que conviven niños, niñas y adolescentes en un ambiente lo más parecido posible al de un hogar familiar.

El nuevo texto normativo distingue entre hogares, residencias, viviendas tuteladas y centros de día, en función de las edades de los niños, niñas o adolescentes que atiendan y las circunstancias en que éstos se encuentren.

Regula también los centros de día en los que se aplicará la medida de protección a niños niñas y adolescentes que se encuentran en situación de riesgo de desprotección o desprotección.

En estos centros se les atiende unas horas al día de forma complementaria a su horario escolar obligatorio, asegurándoles la cobertura de sus necesidades básicas, cuando existan razones que dificulten su cuidado adecuado en el núcleo familiar.

La consejera ha explicado que el principio básico es “el interés superior de los niños, niñas y adolescentes, que deberá ser valorado y considerado como primordial en todas las acciones y decisiones que les conciernan”. 

La prioridad es el menor y el objetivo de esta regulación es establecen un conjunto de derechos para los niños, niñas y adolescentes que podrán ejercitar en su vida familiar y en todos los aspectos de la relación con la sociedad en la que viven, ha indicado.

Además, la norma contempla los requisitos de las viviendas tuteladas, o centros de atención situados en edificaciones ordinarias y destinadas a adolescentes mayores de 16 años que presentan un adecuado nivel de autonomía y a jóvenes mayores de edad que habiendo estado antes de su mayoría de edad bajo alguna medida de protección por el Gobierno de Cantabria y se conciben como núcleos de convivencia como tránsito a la vida independiente

Entre las modalidades de hogares se incluyen aquellos en que se desarrolla la medida judicial de convivencia con grupo educativo, ya que es el modelo hogar el que mejor puede cumplir la finalidad de proporcionar un ámbito de convivencia adecuado para adquirir pautas de conducta socioafectivas, prosociales y preparar la reagrupación familiar en su caso.

A pesar de que con carácter general la protección se lleva a cabo en hogares, se mantienen residencias de mayor tamaño para casos muy específicos en que se exige una intervención profesional especializada −que por razones de eficacia pude aplicarse con carácter centralizado a un grupo más numeroso de adolescentes− pero en estas residencias la atención se hará también en unidades de convivencia con un límite máximo de ocho personas usuarias.

Para autorizar la apertura de los centros de servicios sociales, estos habrán de incluir al menos, los requisitos estructurales y de equipamiento exigibles; el número mínimo de efectivos del personal asistencial; la titulación exigida para el personal profesional y los requisitos funcionales tales como los referidos a la elaboración de planes generales de intervención, desarrollo de programas y metodología y procedimientos de trabajo, entre otros.

Gómez de Diego ha recalcado que “el futuro de nuestra sociedad son los niños, jóvenes y adolescentes y no debemos escatimar esfuerzos en su atención y cuidado”.