El que la sigue la consigue

08/01/23


Foto: LFP

El Racing consigue un valioso punto que deja una sensación positiva en un encuentro en el que los cántabros no perdieron la cara en ningún momento ante un equipo que juega otra liga y que está llamado a conseguir objetivos más altos.

El refrán “El que la sigue la consigue” se refiere a que aquellas personas que con constancia ponen todo su esfuerzo y sus medios para alcanzar un determinado objetivo, logran llevar a término su propósito. Y es que este equipo ahora juega a intentar hacer daño al rival. No es que antes no se hicera así, pero la ambición de arriesgar e intentar hacer cosas diferentes es una realidad. Lo que está claro que con José Alberto todos los jugadores de la plantilla han comenzado de nuevo de cero, cosa que se agradece porque ahora se vuelve a palpar el hambre de ciertos futbolistas que estaban desahuciados.

Lo más llamativo en esta ocasión en el once incial ante los canarios fue sin lugar a duda la titularidad del canterano Yeray Cabanzón en banda izquierda. Un mensaje bien claro del técnico asturiano a los jugadores del Rayo Cantabria que a partir de este momento no serán "conitos" y que tendrán muchas posibilidades el que valga para jugar en el primer equipo. El equipo es otro, ha jugado dos partidos a domicilio y a demostrado que pueden plantar cara y que hay mimbres para poder hacer cosas interesantes esta segunda vuelta.

El partido comenzaba con un Racing guardando la ropa, y dejando a Las Palmas que dormiensen el balón en el centro del campo. El conjunto canario es un equipo que soba y soba la pelota. Sin embargo, el Racing con respeto pero sin miedo afrontaba esos minutos de una forma distinta a la que lleva toda la temporada. Todas sus jugadas en ataque acaban con tres o cuatro jugadores en el área con claras opciones de poder hacer daño a la meta rival. En esta ocasión, estos primeros minutos no es que estuvieran haciendo una presión alta, pero si en el robo tenían una verticalidad importante, con libertad de movimiento de los atacantes para poder llegar a las inmediaciones de la portería local.

El partido estaba totalmente controlado, pero Las Palmas tienen mucha calidad y en cualquier acción sea por mérito del rival o por demerito propio los amarillos pueden hacer mucho daño. Y así fue, en el minuto 24 cuando reinaba la tranquilidad Pejiño obtenía el gol para los locales en una jugada en la que Saúl posibiblemente pudo hacer algo más. A partir de esos momentos es cierto que el Racing tuvo alguna duda - cosa lógica-, pero la identidad que quiere José Alberto es innegociable y aún no estando del todo bien, se pudo ver en todo momento a un equipo valiente.

La segunda mitad se presentaba con esas dudas que originaba el ir por detrás del marcador, ante un líder que sin ser mejor que los cántabros eran peligrosos por su calidad y definición. Una llegada un gol, y eso quieras que no siempre impone un poco. No obstante, el Racing salía con unas directrices claras desde el banquillo que no era otra cosa de creer e intentar llegar a la meta rival. Iñigo supo frenar en la sala de máquinas la creación amarilla, y era el turno de los jugadores ofensivos.

Es justo decir que en el día de hoy Mboula ha jugado el mejor partido desde que está en Santander, fue una auténtica pesadilla durante los 98´al igual que Yeray que aunque estuvo más discreto lo hizo bien en su debut. Es cierto, que Pombo en esta ocasión estuvo más gris pero aportó trabajo. Con toda esa coctelera los verdiblancos comenzaron a creer en si mismos.

A medida que avanzaba el partido en el segundo acto, el Racing comenzaba a ser mejor ante todo un líder que se quedaba sorprendido por el juego de los cántabros. En el 72´Matheus ponía la testiculina en la garganta a la afición canaria que se dio cita en el estadio Gran Canaria con un disparo al travesaño. El público canario comenzaba a palpar que los cántabros iban enserio y que los hombres de José Alberto iban a más en cada minuto.

Lo que tiene el arriesgar unas veces saldrá cara y otras cruz, en esta ocasión volvió a salir cara. Y es que, en una jugada donde Dani Fernández - lateral derecho-, pisaba área rival obtenía un penalti en el cual el VAR entró de oficio porque de primeras el colegiado Milla Alvendiz del comité Andaluz no lo apreció en primera instancia. El encargado de transformar la pena máxima era Jorge Pombo engañando por completo al meta Domínguez. 

Conseguir la igualada en el marcador hacía justicia en el terreno de juego, porque el Racing la estuvo persiguiendo durante todo el encuentro. Hay cosas que han cambiado, es cierto, y es también una realidad decir que los números de José Alberto son muy buenos en dos partidos de liga, pero es un dato objetivo que con la victoria de la Ponferradina ahora mismo estamos a dos puntos de la salvación. Sin embargo, si seguimos este camino, el Racing llegará a final de temporada con el objetivo cumplido.

FICHA TÉCNICA

UD Las Palmas: Álex Domínguez; Álex Suárez, Saúl Coco, Enrique Clemente, Sergi Cardona; Fabio, Loiodice, Moleiro (Jonathan Viera, min. 60); Óscar Clemente (Álvaro Jiménez, min. 71), Pejiño (Sandro, min. 71), Marc Cardona (Andone, min. 90)

Real Racing Club: Parera; Dani Fernández, Rubén Alves, Germán (Pol Moreno, min. 88), Saúl García; Iñigo, Aldasoro (Juerguen, min. 68); Yeray (Iñigo Vicente, min. 56), Pombo, Mboula; Sekou Gassama (Matheus Aias, min. 56).

Goles: 1-0: Pejiño, min. 24; 1-1: Pombo (p), min. 86

Árbitro: Luis Mario Milla Alvendiz. Comité territorial andaluz. Amonestó por la UD Las Palmas a Sergi Cardona, Alex Domínguez; y por el Racing a Aldasoro, Pombo, Dani Fernández, Matheus Aias y Parera.

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada vigesimosegunda de LaLiga SmartBank disputado en el Estadio Gran Canaria (Las Palmas de Gran Canaria) ante 24.294 espectadores.

Crónica: David "Bossu"