Alumnos y profesores del conservatorio, músicos y vecinos rinden homenaje a la música

22/06/17



La concejala de Cultura ha participado en la fiesta organizada en la Finca Altamira para conmemorar el Día de la Música que se celebra coincidiendo con el solsticio de verano.Alumnos 

Alumnos y profesores del Conservatorio Municipal Ataúlfo Argenta, artistas locales y vecinos se han sumado esta tarde a la conmemoración del Día de la Música, con una fiesta en la Finca Altamira.

La concejala de Cultura, Miriam Díaz, ha destacado el acierto de este evento que se organiza en la ciudad por séptimo año consecutivo “para celebrar la importancia de la música, poner en valor la música local y dar visibilidad al trabajo de los músicos locales, profesionales y aficionados”.

Así, desde las 16.30 horas, se suceden conciertos y actuaciones al aire libre, en el interior y desde las ventanas y balcones del conservatorio, todo ello abierto a la participación del público que está invitado a sumarse a los distintos recitales de forma espontánea.

Díaz ha hecho hincapié en el éxito que un año más está teniendo esta iniciativa y ha felicitado a los protagonistas por compartir su trabajo con la ciudadanía.

“Es un placer comprobar las ganas y la ilusión con la que músicos y los vecinos se unen en esta fiesta que nos permite disfrutar y comprobar la calidad de la música que se hace en la ciudad, fruto de muchas horas de trabajo, dedicación y esfuerzo”, ha añadido la edil.

Varios escenarios, uno de ellos alternativo para que el público pueda mostrar sus habilidades musicales, acogen las actuaciones de los alumnos y profesores del conservatorio y artistas invitados como el Centro Autorizado de Danza de Carmen Armengou, Swing Tander, Dance 4 Dance Studios, Yessica Balbas de la compañía Malabaracirco, Arce López con la Escuela del Circo Azul del Café de las Artes, Jorge López Recinos, y los músicos Javier Canduela, Francisco San Emeterio Santos y Alberto Gorrochategui.

Santander se suma así al Día de la Música, una celebración global que tiene lugar el 21 de junio, coincidiendo con el solsticio de verano, a través de conciertos públicos al aire libre. Iniciado en 1982 en Francia, se celebra cada año en más de 700 ciudades de 120 países.

Su objetivo es promocionar la música fomentando que los músicos aficionados voluntariamente salgan a tocar a la calle y organizando conciertos gratuitos y abiertos a la participación.