Un monográfico dedicado a Joyce Wieland cierra el ciclo sobre mujeres cineastas en Madrazo
El centro cultural acoge mañana, a las 18.00 horas, el cuarto y último programa del ciclo titulado “Las mujeres toman la cámara. Miradas desconocidas”
La cineasta experimental canadiense Joyce Wieland será la protagonista este martes, 18 de diciembre, de la cuarta y última sesión del ciclo “Las mujeres toman la cámara. Miradas desconocidas”, que se celebrará a partir de las 18.00 horas en el Doctor Madrazo.
La sesión contará con la presentación y los comentarios de Esperanza Collado, Licenciada en Bellas Artes y doctora por la Universidad de Castilla-La Mancha. Es artista-investigadora y su práctica incluye el comisariado, y la programación independiente, la crítica y la docencia.
Collado disertará sobre la figura de Wieland, que debutó como pintora y artista gráfica, y empezó a interesarse por el cine gracias a la visión de las películas de Maya Deren y otras cineastas experimentales, proyectadas en la Toronto Film Society.
Así, el programa de mañana estará compuesto por la proyección de seis cortos: ‘Water Sark’ (1965); ‘Sailboat’ (1967); ‘Cat Food’ (1967); ‘Solidarity’ (1973); ‘A & B in Ontario’ (1984); y ‘Birds at Sunrise’ (1986).
La carrera de Wieland como cineasta obtuvo un rápido reconocimiento por parte de la comunidad de cine underground de Nueva York (ciudad a la que se trasladó en 1962), quizá por el hecho de estar casada con el prestigioso cineasta experimental Michael Snow; aunque luego a partir de su ruptura (que culminó en 1976), cayó en un relativo olvido.
A pesar de su escasa producción, apenas una quincena de cortometrajes y dos largos, su obra es rica, compleja y asombrosamente coherente a través de los diversos motivos que la componen.
A Joyce Wieland se la situó al principio en la categoría de cine estructural, en cuyas premisas básicas pueden encajar películas como ‘Sailboat’ (1967), donde la imagen del velero surcando el horizonte se ve acompañada por el título impreso en la pantalla, o ‘Cat food’, donde filma a su gato devorando sucesivos pescados.
Sin embargo el rigor formal del cine de Wieland no es un fin en sí mismo, y sus películas incluyen contenidos sociales y políticos, recurriendo a menudo al humor. Por ejemplo ‘Handtinting’ (1967-68) muestra los ratos de ocio de un grupo de chicas pobres negras en su mayoría, en un centro de acogida en el que reciben una formación “humillante" desde el punto de vista de la autora.
En 1971 regresó definitivamente a su país de origen, donde fue protagonista de la primera restrospectiva individual dedicada a una mujer viva en la National Gallery of Canada, bajo el título de ‘True Patriot Love’.
El monográfico sobre Wieland, que cuenta con entrada libre has completar aforo, clausura el ciclo “Las mujeres toman la cámara. Miradas desconocidas”, que abrió Maya Deren en el mes de septiembre y posteriormente contó con las sesiones dedicadas a Gunvor Nelson y Carolee Schenneman.
La organización corre a cargo de CINEINFINITO, una asociación que apuesta por el cine alternativo y que ha elaborado otros ciclos con prestigiosas entidades de la ciudad como Archivo Lafuente o la Filmoteca.
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