Opinión


11/07/22

Guillermo Pérez-Cosío

  1. "Nosotros empezamos a trabajar mañana"

    El 9 de junio de 1983, el partido conservador de Margaret Thatcher ganó las elecciones en el Reino Unido ocupando el 61,1 % de los escaños, con una mayoría que aventajaba en casi 150 los obtenidos por el resto de los partidos juntos, incluidas las formaciones políticas de Irlanda del Norte y los nacionalistas galeses y escoceses. Ampliaba así de forma arrolladora la mayoría de únicamente 43 escaños de que disfrutaba en la anterior Cámara de los Comunes.

    Los asesores de la primera ministra habían descubierto poco antes que, cerca del verano, la opinión de los ciudadanos británicos sería más favorable al Gobierno. En consecuencia, le aconsejaron que manejara los tiempos para convocar elecciones de tal manera que se votara en torno a esas fechas. La `Dama de Hierro´ les hizo caso.

    No sé hasta qué punto puede influir en el voto de los británicos el optimismo derivado de la cercanía de la fecha de disfrute de unas merecidas vacaciones en Benidorm, pero en España no es del todo posible llevar a cabo esos cálculos. Al menos no lo es con unas elecciones locales que se desarrollan cada cuatro años en una fecha ya fijada, el cuarto domingo de mayo, que también es el día en que se llevan a cabo las votaciones correspondientes a los comicios de las comunidades autónomas, así llamadas, no históricas.

    Las últimas elecciones se desarrollaron el 26 de mayo de 2019 y, por ello, en mayo de 2023 (faltan escasos nueve meses) habrán de celebrarse los próximos comicios locales y autonómicos.

    Y ya se nota. Los responsables de los Gobiernos autonómicos y municipales ocupan las calles en una sucesión cada vez más agobiante de actos e inauguraciones. Los medios de comunicación comienzan también a dar cuenta de una serie casi interminable de declaraciones, campañas y ferias de todo tipo en las que lo menos importante es el coste y contenido. Lo que en realidad se pretende con ello, a nadie se le oculta, es acaparar espacios y aparentar una actividad y una cercanía con el ciudadano de la que en muchos casos se ha carecido en los tres años anteriores. Y parece ser que funciona con solo comprobar la repetición de estas mismas prácticas por gobiernos de distinto color, elección tras elección.

    Por otro lado, si la oposición habitualmente tiene muy difícil encontrar eco en su actividad, a menos de un año de las elecciones, tratar de asomarse a los medios de comunicación para obtener una mínima repercusión a sus propuestas, acostumbrados como están esos medios a recibir dinero público de la llamada publicidad institucional (y no tan institucional), ya es una tarea prácticamente imposible.   

    Lo que estamos empezando a ver con esa desbordante actividad política que parece haber explotado con la cercanía de la fecha de las elecciones del año 2023, también desmiente ese viejo tópico de que las campañas políticas son permanentes. Que no tienen fin ni pausa y que no se detienen nunca.

    Personalmente no creo, como sostienen algunos expertos, que los políticos solo tienen que `resetear´ la noche de las elecciones para inmediatamente seguir hacia adelante a partir del nuevo escenario que se abre tras los comicios. Y así sucesivamente.

    Preparar unas elecciones exige un tiempo específico para analizar encuestas, estudiar a los adversarios y sus probables movimientos, diseñar y discutir varias estrategias posibles, elegir los mejores especialistas para trabajar en la campaña e incluso para preparar psicológicamente al candidato y que cuando se empieza tarde, no se tienen que hacer menos cosas, sencillamente se tiene menos tiempo para hacerlas.

    Pero a estas alturas, el trabajo con el ciudadano debería de estar ya casi hecho. Y sin embargo no lo está. Por eso creo que se ajusta más a la realidad lo que presencié hace unos cuantos años cuando un expresidente de nuestra comunidad autónoma contestaba así a un estrecho colaborador que, tras perder las elecciones, le anunciaba que se tomaría unas breves vacaciones.

    - No; quienes se van de vacaciones son los que ganan, nosotros empezamos a trabajar mañana.