Los inventos y las decisiones de Romo hacen perder al Racing

05/12/21


Foto: Racing

Lo que ha dejado claro esta jornada, es que Guillermo Fernández Romo no aprendió la lección de los “inventos” del pasado partido ante el Unionistas. En esta ocasión, el nuevo descubrimiento en el once inicial fue dejar a Pablo Torre en el banquillo. El técnico madrileño ha cogido la costumbre de dejar siempre una perlita en cada choque.

El conjunto verdiblanco en ningún momento estuvo bien, es difícil estarlo cuando el que dirige no lo está. El Racing resucitó a un rival como el Valladolid Promesas que tan sólo hasta la fecha había ganado dos partidos y en casa tan solo uno. La filosofía de Romo es clara, no quiere el balón y propone siempre a sus jugadores una tarea defensiva y que deja el concepto ofensivo como secundario.

En la primera mitad, poca historia se puede sacar del equipo cántabro. Posiblemente tan solo dos cabalgas de Marco Camus y poco más. Los jugadores importantes racinguistas que estaban en el tapete del José Zorrilla no dieron muestras de su calidad. El Promesas a medida que avanzaban los minutos se encontraban más cómodos.

El mejor jugador local Narro, hacía lucirse a Parera en un disparo desde fuera del área, en el que el cancerbero racinguista hizo una parada para todos los fotógrafos que asistían al partido. Se comenzaba atisbar que las cosas no iban bien. No hay que saber mucho de fútbol, para saber que los santanderinos no estaban nada cómodos.

El Racing no conseguían dar tres pases seguidos, estaban replegados de una manera muy evidente, y eso hacía que el equipo no tuviera ninguna buena idea en el concepto ofensivo. Dicen que lo que mal empieza, peor acaba, y asi fue, en el minuto 32 tras una buena jugada de Narro por banda derecha, el árbitro señalaba un extraño penalti de Parera. Victor Carro conseguía engañar al cancerbero verdiblanco y obtenía el primer gol del encuentro.

A partir de encajar el primer gol, el Racing comenzó a reinar la anarquía táctica, no había orden, los jugadores se encontaban muy extraños en el cesped y el desorden era una autentica evidencia. El director de orquesta Romo no conseguía tomar una buena decisión para ordenar a un equipo que comenzaba caerse por completo. Tanto era el desorden, que en el último minuto de la primera parte en una jugada que era del Racing en ataque, acabó siendo una contra tras un fallo grotesco de Pol Moreno.Víctor Narro subía el segundo gol al marcador pucelano.

En la segunda mitad con la entrada de Pablo Torre por Fausto Tienza el equipo quiso dar un paso adelante. El Racing comenzaba a tocar el balón y a dar señas de peligro, pero “el efecto Pablo Torre” tan sólo iba a durar unos pocos minutos porque en una contra y después de otro error de Pol Moreno, el jugador del Promesas Arroyo obtenía el tercer gol para los castellanos.

A partir de ese instante poca historia se puede sacar de este encuentro, los cántabros sacaron la bandera blanca y los vallisoletanos tampoco quiseron hacer mucha sangre más. Sin embargo, sigue habiendo cosas que llaman la atención como la sustitución de Marco Camus, que posiblemente y sin hacer un buen partido era el mejor. Lo que está claro que siempre es más facil quitar a un peón que a un jugador de la clase noble.

Los minutos restantes daba la sensación que los jugadores de ambos equipos querían coger cuanto antes el camino al vestuario. El Racing estaba sin ideas, no funcionaba nada, y lo que resulta el técnico verdiblanco ultimamente se dedica a quitarlo, pues la conclusión es clara, equipo sin ideas y sin ningún argumento futbolístico.

Este Racing de Romo tan solo tiene un plan y en el momento que el rival desactiva el primer planteamiento del técnico madrileño, el equipo se ve incapaz de volver a una senda positiva de juego. Lo que si comienza a ser preocupante es que en los dos últimos partidos el técnico racinguista ha perdido con sus decisiones cinco puntos que ojalá no sean determinantes a final de temporada.

En definitiva, un encuentro en el que el Promesas sorprendió en todo momento al equipo cántabro y donde los visitantes no tuvieron en ningún instante un argumento sólido para ganar. Un resultado que deja muy preocupado a la expedición cántabra que está viendo como en los últimos encuentros de haber hecho bien las cosas ahora mismo serían líderes. No siempre es culpa de los jugadores el jugar mal, a veces hay que mirar a otras partes del campo, por ejemplo en esta ocasión al banquillo.

FICHA TÉCNICA

VALLADOLID PROMESAS: Samu Casado; Lucas Rosa (Apa, 78'), Saturday, Amoah, Nieto; Mikel Carro, Moha (Fran Rivera, 85'); Víctor Narro, Chuki (Maroto, 63'), Paulo Vitor (Dalisson, 78'); y Arroyo (Alemán, 85'). SUPLENTES: Samu Casado (ps), Kike Ríos, Diego Moreno, Palomeque, Fran López y Castri.

RACING: Parera; Unai Medina, Pol Moreno, Satrústegui, Simón; Íñigo, Tienza (Pablo Torre, 46'), Borja Domínguez (Sergio Marcos, 58'); Soko (Manu Justo, 80'), Camus (Bustos, 58') y Cedric (Harper, 68'). SUPLENTES: Lucas Díaz (ps), Ceballos, Jorrín, Mantilla y Carlos Castro.

ÁRBITRO: Collado López, del comité de Castilla-La Mancha. Amonestó a Parera (30'), Borja Domínguez (30'), Chuki (60'), Bustos (71'), Pablo Torre (71'), Lucas Rosa (74'), Paulo Vitor (78')

GOLES: 1-0 (32') Mikel Carro de penalti. 2-0 (+45') Víctor Narro, a la contra tras pase de Arroyo. 3-0 (52') Arroyo, a la contra superando a Pol Moreno.

ESTADIO: José Zorrilla. Unos 1200 espectadores, 250 de ellos seguidores del Racing.

Crónica: David "Bossu"