El proyecto MIES desarrolla una plataforma no invasiva sin contacto para evaluar la función física en personas mayores

18/09/25


En un contexto de progresivo envejecimiento de la población, especialmente en regiones como Cantabria -la cuarta región más envejecida de España-, el Proyecto MIES se ha consolidado como una herramienta preventiva para gestionar eficientemente este fenómeno y prever posibles problemas físicos entre las personas mayores.

Recientemente, investigadores que trabajan en el proyecto han presentado una solución tecnológica de evaluación funcional sin contacto, destinada a mejorar el diagnóstico y seguimiento del estado físico en personas mayores. Se trata de un hito significativo para realizar evaluaciones geriátricas más objetivas, facilitar la detección precoz de la fragilidad y anticipar el riesgo de caídas.

El funcionamiento del nuevo sistema de estimulación y evaluación física se basa en una cámara de tiempo de vuelo (ToF), equipada con sensores de profundidad y un avanzado sistema de captura de movimiento sin necesidad de marcadores corporales. Esto permite evaluar a los pacientes sin contacto físico ni equipamiento clínico especializado, lo que facilita su integración en entornos como residencias, centros de día e incluso hogares particulares.

Bajo la batuta de Ana Sobrino Santos, ingeniera biomédica del IDIVAL, se ha realizado un estudio piloto a personas mayores y un grupo control de adultos jóvenes para testear la fiabilidad de la herramienta. A través de pruebas físicas sencillas como sentadillas, estancias de pie en distintas posturas o ejercicios de equilibrio, el sistema recoge diferentes métricas biomecánicas. Desde el desplazamiento del centro de masa y el área de oscilación postural, hasta la flexión de rodillas o la alineación de la columna. Estos datos permiten obtener una imagen precisa de la capacidad física del paciente, un aspecto fundamental para detectar precozmente signos de fragilidad o deterioro funcional.

Los datos obtenidos muestran diferencias significativas entre ambos grupos en cuanto a amplitud de movimiento y estabilidad. Además, el sistema permite el seguimiento longitudinal del estado funcional, detectando incluso alteraciones sutiles relacionadas con caídas recientes. Uno de los hallazgos más destacados es que los primeros 10 segundos de las pruebas de equilibrio estático capturan gran parte de las variaciones en estabilidad, lo que permitiría optimizar el tiempo de evaluación sin comprometer la fiabilidad de los resultados.

Los resultados de este estudio, recientemente publicados en la revista científica ‘Technologies’ (MDPI), avalan la eficacia de esta herramienta que evidencia los beneficios de la innovación tecnológica aplicada al sector sanitario. Sus desarrolladores confían en que, tras la validación por parte de la comunidad científica internacional, se convierta en un estándar de referencia para la detección temprana de la fragilidad y del deterioro cognitivo en personas mayores.
El consorcio de MIES, liderado por Ambar Telecomunicaciones y al que también pertenecen el Instituto de Investigación Sanitaria Marqués de Valdecilla (IDIVAL) y la Universidad de Cantabria, a través de su Grupo de Ingeniería Fotónica (GIF-UC), ya ha comenzado a validar con éxito los primeros prototipos para evaluar las funciones físicas en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla y en el Centro Hospitalario Santa Cruz de Liencres. Próximamente hará lo propio en la Fundación San Cándido.
 
Funciones cognitivas y gestión de resultados
 
Además de esta herramienta dirigida a analizar el sistema físico, también se han conseguido importantes avances en
la investigación del sistema cognitivo. En este sentido, mediante técnicas de gamificación, que abarcan tanto actividades con una mesa como experiencias inmersivas en entornos de realidad virtual, MIES consigue evaluar funciones ejecutivas como la atención, la memoria visual o la velocidad de reacción. En términos de gestión de resultados, el equipo ha dedicado gran parte del trabajo de los últimos meses a incorporar mecanismos de ciberseguridad y a mejorar la visualización de los datos y el almacenamiento de éstos en la nube.
 
Con un presupuesto total de 1,94 millones de euros y un plazo de ejecución de 36 meses, estos avances representan un paso decisivo en la búsqueda de herramientas que permitan un envejecimiento activo, autónomo y saludable.
Impacto económico y social del proyecto
 
El Proyecto MIES avanza con paso firme hacia un nuevo modelo de evaluación en el ámbito geriátrico. Además de mejorar la calidad de la atención a las personas mayores, esta iniciativa permite una gestión más eficiente de los recursos disponibles. En este contexto, la automatización parcial del seguimiento funcional podría suponer una reducción superior al 50% en los costes asociados a las evaluaciones presenciales periódicas, sin afectar a la calidad del servicio prestado.
    
La solución propuesta en el proyecto de I+D MIES, que además del sistema físico también engloba un sistema cognitivo, utiliza técnicas de gamificación para evaluar funciones ejecutivas, como la atención, la memoria visual, la velocidad de reacción o la coordinación motora. De este modo, logra una evaluación encubierta y no invasiva a través de actividades lúdicas, incorporando sensores a juegos con tarjetas, pulsadores o piezas para ensamblar, entre otras.
 
Este método no solo reduce el sesgo habitual de las pruebas clínicas, sino que también aumenta la participación activa de los usuarios.
 
Desde el punto de vista social, la detección temprana de alteraciones físicas o cognitivas contribuirá a mantener la autonomía de las personas mayores durante más tiempo, disminuir el riesgo de caídas, fortalecer la salud muscular y ósea, y preservar las funciones cognitivas. En conjunto, estos beneficios impactan directamente en el bienestar general del paciente y en una mejor calidad de vida en las etapas más avanzadas de la vida.



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Los Toros - Claudio Acebo

18/09/25

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