"Tierra de nadie" prosigue con la proyección de varios filmes de Patrick Bokanowski

22/05/25


Organizado por Cineinfinito, la cita será este viernes 23 en el centro Doctor Madrazo a partir de las 19.30 horas.

El centro cultural Doctor Madrazo acoge este viernes 23, a las 19.30 horas, la proyección de varios filmes del cineasta francés Patrick Bokanowski dentro del ciclo de cine experimental ‘Tierra de nadie’.

El programa está compuesto por varias películas que van desde el año 1974 a 1982 con una duración de 95 minutos.

Patrick Bokanowski (Argel, 1943) es una figura clave del cine experimental francés. Con formación en pintura y óptica, ha desarrollado desde los años 70 una obra profundamente personal, marcada por la manipulación artesanal de la imagen y una colaboración constante con la compositora Michèle Bokanowski, cuyas bandas sonoras aportan una dimensión hipnótica e inseparable de sus filmes. Su cine, alejado del relato tradicional, propone una experiencia perceptiva que desborda lo narrativo y se adentra en lo abstracto y lo simbólico.

Influenciado por el cine de vanguardia (Jean Cocteau, Stan Brakhage), el surrealismo, la pintura metafísica (de Chirico) y las investigaciones ópticas del arte moderno (como las de Moholy-Nagy), Bokanowski ha forjado una filmografía breve, rigurosa y visionaria.

Lejos del relato lineal, sus películas construyen paisajes mentales, rituales abstractos, y universos cerrados donde el tiempo parece suspendido. Más que contar historias, sus filmes invitan a un estado alterado de percepción, en el que la imagen ya no representa, sino que sugiere, perturba o revela.

Este ciclo propone un recorrido por tres obras esenciales de su filmografía temprana: ‘La Femme qui se poudre’ (1972), su primer cortometraje, que introduce muchos de los rasgos que marcarán su obra: el rostro como máscara, el tiempo como suspensión, el espacio como escenario mental.

En ‘Déjeuner du matin’ (1974), esta exploración se amplía: figuras y objetos aparecen despojados de contexto, sumidos en una atmósfera de extrañamiento y transformación óptica.

Finalmente, ‘L´Ange’ (1982), su largometraje más ambicioso, es una obra sin diálogos que despliega un universo ritual y simbólico: personajes enmascarados ascienden por una arquitectura laberíntica, en un tránsito que puede leerse como viaje espiritual, bucle existencial o proceso alquímico.

Las películas de Bokanowski no apelan al entendimiento lógico, sino a una forma de percepción expandida. Su cine es un arte de lo intangible, donde cada plano propone un desafío sensorial, una pregunta sobre los límites de lo visible. En tiempos de saturación visual, su obra ofrece una experiencia radicalmente distinta: una contemplación activa, inquietante, profundamente reveladora.