El Proyecto LIFE Anillo Verde consigue eliminar más de 150 hectáreas de especies invasoras en la Bahía de Santander

18/01/22


Las autoridades pasean por las Marismas de Alday al término de la presentación (FOTO: Lara Revilla)

El Proyecto LIFE Anillo Verde, coordinado por la Fundación Naturaleza y Hombre (FNYH) en colaboración con la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria, la empresa pública MARE, la Fundación Biodiversidad y la Unión Europea, ha conseguido eliminar más de 150 hectáreas de Especies Exóticas Invasoras (EEI) como el Plumero de la Pampa, la Chilca o el Bambú Japonés en el entorno de la Bahía de Santander. 

Además, desde su puesta en marcha en el año 2015 y tras una inversión conjunta de 2,5 millones de euros, se han restaurado 78 hectáreas de humedales litorales, casi 12 de humedales interiores y 56 de encinares; se han plantado cerca de 8.000 árboles y se han instalado 62 paneles informativos. 

Por otro lado, en el ámbito de la educación ambiental, se han desarrollado diferentes actividades en las que han participado 11.200 personas, tales como charlas, rutas guiadas, voluntariados, talleres, visitas a los centros de interpretación o el programa ‘Reservas educativas’ para escolares. 

Este es el balance de actuación de este proyecto que hoy ha sido presentado en la Casa de la Naturaleza de las Marismas de Alday con la asistencia del presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla; el consejero de Medio Ambiente, Guillermo Blanco; la alcaldesa de Camargo; Esther Bolado, y representantes de los otros cinco municipios del arco de la Bahía integrados en el mismo (Santander, Villaescusa, Santa Cruz de Bezana, Marina de Cudeyo y Liérganes).

También han estado presentes el director general de Medio Ambiente, Antonio Lucio; el director de MARE, José María Díaz; el director del CIMA, Agustín Ibáñez, y el presidente de la FNyH, Carlos Sánchez, entre otros. 

En su intervención, Miguel Ángel Revilla ha calificado como “obra extraordinaria” la actuación acometida en este “lujazo de espacio” como es el Anillo Verde, que configura un espacio de naturaleza para el ocio y el deporte complementario a la densidad urbana de la zona. 

“Esto es lo que hay que hacer: cohabitar los ciudadanos, la lógica expansión de las urbanizaciones, pero, al mismo tiempo, conservando estos espacios que dan calidad a los entornos”, ha apuntado el presidente, que ha puesto el acento en la necesidad de preservar estos lugares ante la amenaza que suponen especies invasoras como el plumero –“que esa una pesadilla”- para el paisaje de Cantabria.

Por último, se ha mostrado orgulloso de la colaboración entre instituciones que ha permitido desarrollar con éxito este programa que, según ha dicho, tiene vocación de continuidad y el Gobierno regional seguirá apoyando en el futuro. 

Al igual que Revilla, Guillermo Blanco ha felicitado el trabajo en red de las diferentes entidades y ha destacado la importancia de participar en este tipo de iniciativas que, además de atraer financiación comunitaria a Cantabria y fomentar la empleabilidad verde, inciden directamente en la sensibilización ciudadana. 

A juicio del consejero, el Anillo Verde de la Bahía de Santander es una “gran noticia” que se suma a otros proyectos similares financiados por la Unión Europea como el LIFE Stop Cortaderia o el LIFE 3E Interreg Biomic.

Finalmente, Esther Bolado ha incidido el resultado satisfactorio de esta actuación que, para Carlos Sánchez, acerca las zonas verdes a la ciudadanía y permite la “coexistencia entre el ser humano y la naturaleza”.

El proyecto

El objetivo del proyecto era detener la pérdida de biodiversidad y la degradación de los servicios ecosistémicos de la Bahía de Santander y restaurarlos en la medida de lo posible, creando para ello una infraestructura verde y azul que dotar de servicios ambientales a la sociedad en general y, en concreto, a la población de esta zona.

El Proyecto LIFE Anillo Verde culmina con la creación de una infraestructura verde que agrupa a 10 espacios (201,48 hectáreas) pertenecientes a 6 municipios del arco de la Bahía: Camargo, Santander, Villaescusa, Santa Cruz de Bezana, Marina de Cudeyo y Liérganes. 

Estos espacios albergan algunos de los ecosistemas más representativos del entorno, como humedales litorales (Marismas de Alday, Marisma de Engoa y Ensenada de San Bartolomé, y Ría de Solía), humedales de interior (Pozos de Valcaba y Pozón de la Yesera), encinares relictos (Peñas Negras, el Monterín y Paraje de la Cueva del Juyo) o islas (la Campanuca, Peña Rabiosa y San Juan).

La iniciativa ha llegado a miles de usuarios en redes sociales y ha sido reconocida con la Mención Especial ‘Foca Mediterrania’, concedida en 2020 por Mare Terra Fundació Mediterrània. 

Coordinado por Fundación Naturaleza y Hombre (FNYH) con la ayuda de MARE como beneficiario asociado, el Anillo Verde de la Bahía de Santander se ha desarrollado gracias a la cofinanciación de la Unión Europea, a través de su programa LIFE de conservación de la naturaleza, y el apoyo tanto de la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria como de la Fundación Biodiversidad, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, así como la colaboración de los ayuntamientos implicados, voluntarios y otras empresas y entidades.

La inversión total supera los 2,5 millones de euros, de los que casi 650.000 proceden del Gobierno de Cantabria (400.000 de la Consejería de Medio Ambiente y 249.000 de MARE), 1,5 millones los aporta la Comisión Europea y, el resto, la Fundación Biodiversidad (295.656 euros) y la FNYH (106.505 euros).

El proyecto nació con vocación de permanencia y por ello cuenta con una estrategia After LIFE para asegurar su continuidad en el futuro.