Opinión


10/05/22

Juan Azcuénaga

  1. Centenario del debut del torero Félix Rodríguez. Era el 19 de febrero de 1922, en la plaza de toros de Valencia

    El torero Félix Rodríguez, considerado uno de los buenos toreros valencianos, había nacido el 23 de junio de 1905 en la calle Marqués de la Hermida, 4, de Santander, y había sido bautizado en la iglesia de Consolación. Pero, trasladado su padre a Madrid y luego a Valencia, fue en esta ciudad en la que desarrolló su infancia y su afición taurina.

    Al cumplirse el centenario de su debut vamos a presentarles lo que fue el comienzo de su aventura en el mundo de los toros en ese año 1922. Como decíamos, debutaba en la tarde del 19 de febrero, en la plaza de toros de Valencia. La corrida daba comienzo a las tres y media de la tarde y la terna estaba formada por Julio Lleonart (Esparteret), de Valencia; Antonio Mesa, de Sevilla; y Félix Rodríguez (Dinamita), de Valencia. Observamos que era presentado como torero de la tierra. Ante ellos seis becerros de Antonio Fuentes y algo más de media plaza para presenciar el espectáculo de la tercera becerrada del año. Pero, veamos qué decía la prensa local de la actuación de Félix Rodríguez.

    En La Correspondencia de Valencia escribían:
    «Félix Rodríguez es un torerito.
    Posee un temple y una figura toreando capa, digna de elogio. Con la muleta demuestra que sabe manejarla, y su debut produjo excelente impresión.
    Dígalo, sino las frecuentes ovaciones con que fué premiado y los comentarios favorables que de él se hicieron.
    En Félix Rodríguez hay un torero, si no viene algún contratiempo.
    Con la espada, igual que Mesa, sin costumbre alguna, se ve la falta aún, dada su edad, de facultades para manejar el acero.
    El público hizo retirar dos bichos por juzgarlos grandes para los matadores.
    ...

    En resumen, ayer alboreó en Félix Rodríguez un nuevo torero valenciano».

    En el Diario de Valencia comentaban que «Félix Rodríguez, que en el tercero de la tarde había hecho cosas bonitas con capote y muleta, demostró en ambos becerros que no sabe ni puede matar, y al último se lo dejó vivo».

    Latiguillo-Chico escribía en Las Provincias que

    «los trajecitos llegaron al amigo «Palets» con más sietes que una lista de la Lotería». Y opinaba que:
    «Dinamita compartió las palmas con Antonio Mesa. Toreó fino y elegante, gracioso y valiente a sus dos novillos.
    Con el pincho está más flojo, pero aún es joven, y de tener afición y ganas de palmas, aprenderá, y quién sabe si llegará a ser un Varelito matando.
    Que así se cumpla, y un servidor que lo vea».

    Otro periódico, El Pueblo dedicaba más texto a comentar la lidia desarrollada por Félix Rodríguez.
    «Componían la terna de matadores Jaime Leonart, «Esparteret»; Antonio Mesa, de Sevilla, y Félix Rodriguez, «Dinamita», que no negarán ustedes que es todo un mote, ó «ñiñache».
    «Los tres pasaron la pena negra para despachar á los de Fuentes, y al sevillano como al del explosivo les sacaron los cabestros en su segundo novillo».
    «Dinamita es un torerito de salón, que se ciñe en los lances y en algunos pases de muleta; pero también codillea. Bueno, es un muchacho, á quien no hacen mella los testarazos; que va al toro y á ratos tiene hechuras. Armó una tremolina marcando varias verónicas y recortes, si bien defraudó matando. No sabe de eso, pincha blandamente, arriba, trasero, bajo, donde cae; la muleta se le fué de las manos infinidad de veces, otras varias salió cogido y volteado; pero se echó atrás. Por ahora sólo vemos valentía y mayor soltura con la capa que en otros becerristas. Es un chiquillo todavía.
    En su primero pinchó de firme y le dieron dos avisos, escuchando palmas. El segundo, después de mecharlo, se lo echaron al corral; pero como el animalito no seguía a los mansos, en medio de un tumulto, y ya de noche, le dieron la puntilla en el ruedo».

    Se decía también que «el último, un jabonero que fué lidiado entre sombras, pues salimos de la plaza á las seis dadas: es moda ahora el que las becerradas duren dos horas y media».

    Pero, ¿qué se decía en nuestra ciudad de este debut? Desconocían que hubiera nacido en Santander, como se desprende del texto publicado en El Cantábrico:
    «En Valencia ha aparecido un nuevo torero que, llamándose Félix Rodríguez, lo cual es relativamente natural, se ha presentado á sus paisanos en la novillada del domingo, con el detonante sobrenombre de "Dinamita".
    ¡Sólo le falta que caiga en todas partes como una bomba!
    Si a un cornúpeto le ponen banderillas de fuego y luego le dice el público, á la hora de la verdad, "¡Ahí va Dinamita!", á ese pobre animal todos los pelos del testuz se le tienen que poner de punta.
    ¡"Dinamita"! ¡Que ni un grito
    te den! ¡Que no suene un pito
    nunca contra tu actuación;
    porque ¡pobre publiquito
    si estallas de indignación!

    Están los tiempos muy malos
    hasta para los escualos
    Y esto cansa! Y esto irrita!
    En los Ateneos, palos.
    En los toros, ¡"Dinamita"!»

    En ese año 1922 tomaría parte con la cuadrilla de niños valencianos en Castellón, donde cortaría su primera oreja; Valencia de nuevo, con vuelta al ruedo; Játiva, en cuya plaza cortó tres orejas y un rabo y salió a hombros; en Albacete, cuatro orejas y salida a hombros; otra vez Valencia; Vinaroz, dos orejas; Requena; Albacete, una oreja; Barcelona en dos ocasiones; Zaragoza; Toledo, dos orejas; y Tortosa, dos orejas y rabo y salida a hombros; Bilbao; terminando la temporada en Játiva toreando un novillo en honor del batallón expedicionario de Otumba. En esta su primera temporada hemos encontrado su participación en 16 festejos taurinos.

    Su recuerdo en Santander

    En nuestra ciudad le recuerdan la Peña Taurina que lleva su nombre, una placa en la casa en que nació, un pasodoble, una calle en las proximidades de la plaza de toros y un monumento junto a dicha plaza de toros.

    En julio de 1927 se informaba que en el barrio de Maliaño se había constituido una tertulia taurina con el nombre de Club Taurino "Félix Rodríguez", que tenía su sede en el Bar Central, en la calle Somorrostro, 2, primero. Lo presidía Vicente Alfonso. Días más tarde, el 2 de agosto, celebraba Junta General, en su sede, a las diez de la noche. "El Cantábrico" recogía la inauguración del Club el 6 de agosto de 1927, con asistencia del torero, que contó «que él ni ha negado ni puede negar que es de Santander, pues nació en la calle del Marqués de la Hermida y fué bautizado en la iglesia de Consolación». Paco de Asón, seudónimo de Francisco Bringas de la Peña, diría que «fue fundada en 1925 aunque su inauguración oficial se celebró el 6 de agosto de 1927». J. A. S. (José Antonio Sandoval) contaba que se fundó el 18 de marzo de 1928 ("El Cantábrico" de esta fecha refería que ayer «El club taurino Félix Rodríguez ha inaugurado oficialmente sus locales» con asistencia del diestro; el mismo diario publicaba el día 20 la foto de los asistentes al banquete). En 1930 era nombrado presidente Luis Sánchez, que era reelegido en 1931 y 1932. De este Club, Alejandro Blanco relataba que su «fundamental equivocación era la de supeditar o vincular su vida al nombre y cartel de una determinada figura». La guerra civil y la subsiguiente limitación de los derechos de reunión y asociación acabaron con el Club. En 1957 surgiría la actual Peña Taurina "Félix Rodríguez", continuadora y promotora del recuerdo al torero. El 24 de julio de 1996, el alcalde de la ciudad, Gonzalo Piñeiro, descubría una placa con el siguiente texto: «En esta casa nació el 23 de junio de 1905 el matador de toros Félix Rodríguez Ruiz. El Excelentísimo Ayuntamiento de Santander y la Peña Taurina a él dedicada le rinden este homenaje. Santander, julio de 1996».

    El 2 de diciembre de 1997 se presentaba en la sede de la Peña el pasodoble "Félix Rodríguez", compuesto por el músico Basilio Gomarín Guirado, con letra de Ángel Díaz Ocejo y se anunciaba su exhibición pública el siguiente día 5 con motivo de la entrega de un trofeo a Enrique Ponce. Diego Ruiz escribiría que su estreno había ocurrido el 26 de julio de ese año 1997, lo que, a tenor de lo anterior, no parece probable.

    En la tarde del 3 de marzo de 2007, el alcalde de la ciudad, Gonzalo Piñeiro, inauguraba la escultura dedicada al torero Félix Rodríguez junto a la puerta 4 de la plaza de toros de Cuatro Caminos, obra del escultor madrileño Óscar Alvariño Belinchón, ganador del concurso de ideas convocado al efecto. La Peña le entregaría diploma de honor en 2008.

    Así es cómo Santander y, sobre todo, la Peña que lleva su nombre recuerda al torero considerado valenciano, nacido en Santander, Félix Rodríguez Ruiz.